¿Los perros sienten celos?

Estudios científicos confirman que los canes sufren celos si sus dueños los ignoran y pueden volverse agresivos para recuperar la atención perdida.

Una investigación, realizada por la Universidad de San Diego, en California, revela que este sentimiento no es únicamente humano.
La autora del estudio, la psicóloga Christine Harris, observó el comportamiento de sus tres Border collie durante la visita a casa de sus padres que le inspiró a realizar el estudio.  «Estaba acariciándolos y no me sorprendió que el tercero buscara mi atención. Me sorprendió que los otros dos se mostrasen agresivos entre ellos. Uno de ellos ha intentado mover mi mano del otro para ser el único en recibir mis caricias». «Esto coincide perfectamente con la base de los celos», explicó la psicóloga que coordinó el estudio con una colega de la Universidad de Texas para investigar si el comportamiento de los perros respondía realmente al sentimiento de los celos.

Los investigadores utilizaron 36 perros que tenían que competir con una objeto no identificado por el animal, un libro y un muñeco de peluche que ladraba y simulaba ser un perro real, por la atención que les prestaban sus dueños. Los perros no mostraban ninguna reacción por la atención de su dueño a un libro que leían en voz alta. Sin embargo, el comportamiento de los perros cambiaba cuando estos acariciaban el objeto no identificado o el muñeco de peluche.

Los animales eran dos veces más propensos a empujar al propietario para reclamar su atención. Casi un tercio de los perros se ha interpuesto entre su dueño y el rival (peluche y otro). Alguno, incluso ha llegado a morder al peluche, prueba de su incomodidad ante la presencia de otro perro, por demás falso. Esto lo llevaba no solo a sufrir típicos comportamientos de celos, sino además a intentar romper la conexión del objeto de sus celos (su dueño) con el ´usurpador´ de su atención.

El estudio desmiente lo que hasta ahora se pensaba de que los celos fueran parte «de procesos cognitivos complejos. Por el contrario, se refuerza la tesis de que se trata de sentimientos básicos, parte de la evolución como protección a intrusos que funcionaría dentro del contexto social».

Información extraída de: www.telecinco.es