Debe su nombre a la ciudad belga de Malinas.

Es un perro vigilante, muy alerta y siempre activo. Tiene una aptitud innata como guardián de rebaño  y es un tenaz y ardiente defensor de su amo, reuniendo todas las cualidades necesarias para ser un perro pastor, guardián, de defensa y de servicio.

Su constitución robusta le permite adaptarse fácilmente a la vida al aire libre y soportar las condiciones ambientales de climas tan difíciles como el belga.

Además de su faceta civil como “atleta” de competición, también es utilizado con frecuencia por las fuerzas armadas, actualmente el Malinois es la mejor opción dentro de las razas de trabajo para ser usado en el ejército y policía.

Pese a su heterogeneidad de caracteres estos ejemplares destacan por su vitalidad, lealtad, vivacidad, vehemencia y su obsesión instintiva por morder objetos. Tiene un excelente sentido de percepción sensorial olfativo y es un buen sabueso.

Es un perro muy enérgico siendo así un perro de campo abierto que necesita correr y retozar.

Tiene un carácter cariñoso con los niños, le gusta participar en las actividades de la familia, tienen mucha energía y les encanta jugar. Pueden ser algo brutos así que hay que tener cuidado con los niños pequeños, pero son muy listos y fáciles de adiestrar.