Es el más grande de los terrier y un perro de trabajo por naturaleza. Tiene un cuerpo musculoso que tiende a ser cuadrado, a veces es ligeramente más largo que alto.

Su cabeza es alargada, sus mandíbulas poderosas, musculosas y fuertes. Tiene dientes fuertes con mordida en tijera y un cuello musculoso. Sus orejas son pequeñas y con forma de V.
Su cola es fuerte y de inserción alta. Aunque todavía vemos algunos perros con la cola cortada, esta tendencia se está perdiendo.

Este terrier presenta doble manto: un manto externo duro y que forma el denominado pelo "de alambre", y un sub-manto corto y suave. El pelaje del airedale debe ser denso. Aunque el pelo duro de esta raza suele formar ondulaciones, nunca debe rizarse.

El color de esta raza es el negro y castaño. La parte dorsal del perro, desde el cuello hasta la cola, debe ser negra o gris oscura. El resto debe ser de color castaño.
Su pelo requiere de un cepillado frecuente, pero también necesita cuidados especializados de forma periódica. Lo mejor es llevar al perro a la peluquería canina unas dos veces al año, y cepillarlo regularmente. Es importante limpiarle la barba frecuentemente para evitar que queden restos de comida.

El airedale terrier es un perro alegre, confiado, valiente e inteligente. Suele ser amigable con la gente y también con otros perros, pero necesita una buena socialización desde cachorro.

Este perro es impulsivo y tiende a presentar intensas conductas de presa. Por tanto, es necesario entrenarlo desde cachorro.

El coraje del airedale terrier hace de este perro un excelente guardián y protector.

Aunque esta raza es muy versátil, necesita mucho ejercicio físico y mental. Por tanto, un airedale puede ser un tanto brusco al jugar con niños pequeños y con perros que no están acostumbrados al juego rudo.

Esta raza suele ser muy resistente y presenta pocos problemas de salud. Sin embargo, debe prestarse atención a enfermedades de los ojos, infecciones de la piel y displasia de cadera.

Como requiere mucho ejercicio, no es recomendable que viva en apartamentos pequeños, tiene que tener como mínimo un jardín para que pueda jugar. Es necesario que salga a pasear diariamente para su correcta socialización y para ayudarlo a quemar energías. Además de todo lo anterior, durante sus tres primeros años de vida necesitará mucho más ejercicio. Por tanto, no está de más llevarlo al campo o practicar algún deporte canino