País de origen: China Tamaño: pequeño Peso: Menos de 5 kg
Estos pequeños perros de nariz achatada y apariencia leonina fueron, en algún tiempo, animales sagrados y parte de la realeza asiática. Y su carácter reservado, independiente y algo arrogante, hace pensar que se sienten así.
Tienen el cuerpo pequeño, moderadamente robusto y relativamente corto. La cintura es bien marcada y la línea superior es nivelada. El pecho es ancho y presenta costillas muy arqueadas.
Su cabeza es muy llamativa por su tamaño y aspecto leonino. Es grande y ancha. El cráneo es aplanado entre las orejas.El hocico es corto. Los ojos son oscuros, redondos y brillantes. Las orejas tienen forma de corazón y cuelgan a los lados de la cabeza.
La cola, de inserción alta y porte tieso, se curva sobre la espalda y hacia alguno de los lados. Está cubierta de abundantes flecos largos.
El pekinés tiene un pelajede doble manto. El manto externo es abundante, recto, largo y áspero. La lanilla interna es densa y suave.
El temperamento de estos perros es muy característico de la raza. Los pekineses son perros leales y muy valientes a pesar de su pequeño tamaño. Sin embargo, también son independientes y reservados.
Estos pequeños perros chinos no socializan con tanta facilidad como perros de otras razas. Suelen ser muy leales con los suyos, pero desconfiados con los extraños y agresivos con perros y otros animales. Es muy importante socializarlos desde cachorros, para reducir su agresividad hacia otros perros y otras mascotas, y permitirles ser un tanto más amigables con la gente. Aún así, nunca serán tan sociables como otros perros de compañía o como los perros retriever.
Los pekineses tampoco destacan en el adiestramiento canino. Tradicionalmente se los considera perros tercos y difíciles de entrenar. Muchos entrenadores incluso los consideran perros tontos. Sin embargo, eso tiene que ver más con las técnicas de adiestramiento empleadas que con la inteligencia de los pekineses. Estos perros pueden ser entrenados con facilidad para tener buenos modales y responder a muchas órdenes de obediencia canina cuando se los entrena en positivo. El adiestramiento tradicional no da buenos resultados y puede generar mucho conflicto entre el perro y su propietario.
Al ser perros muy independientes y reservados, los pekineses tienen tendencia a desarrollar algunas conductas que pueden ser problemáticas. Su agresividad hacia otros animales y desconfianza hacia personas extrañas puede hacerlos pendencieros y mordedores cuando no están bien socializados. También pueden ser gruñones e incluso agresivos con niños pequeños, ya que no toleran bien el trato rudo que suelen recibir de ellos.
Estos perros son excelentes mascotas para personas mayores y familias sedentarias con hijos grandes. También pueden ser buenas mascotas para propietarios primerizos que tienen quién los asesore en temas de educación y socialización del perro. No son buenas mascotas para familias con niños pequeños ni para casas con varios perros (excepto cuando el pekinés es el único de su sexo).
Aunque no es una raza especialmente propensa a enfermedades caninas hereditarias, las enfermedades más comunes suele ser: Paladar elongado, narinas estenóticas, luxación patelar, distiquiasis, triquiasis, dermatitis, heridas en los ojos, problemas respiratorios y lesiones de espalda.
El cuidado del pelaje demanda tiempo, ya que el pekinés debe ser cepillado una vez al día. También hay que limpiar las arrugas de su hocico con un paño húmedo y secarlas para evitar infecciones en la piel. Es aconsejable bañarlo una vez por mes.
Como contrapartida, este perro no necesita mucho ejercicio. Suele ser suficiente con uno o dos paseos diarios, que pueden ser cortos o moderados, y algún tiempo de juego no muy intenso. En general, el pekinés es un perro tranquilo que prefiere pasar el tiempo sin mucha actividad. Sin embargo, es importante sacarlo a pasear para socializarlo, además de darle alguna actividad física.
La necesidad de compañía es otra cosa. Aunque esta raza es muy independiente, el pekinés no es un perro para vivir aislado. Puede pasar a solas más tiempo que otros perros de compañía, pero también necesita estar junto a su familia la mayor parte del tiempo. La ventaja, para quienes no quieren un perro "velcro", es que al pekinés le basta con estar en el mismo cuarto que sus propietarios, y no necesita estar todo el tiempo siendo acariciado o en brazos.