El Akita es un perro grande y de constitución fuerte, equilibrado y capaz de realizar labores típcias de perro más grande. Es un poco más largo que alto, tiene el pecho ancho y el lomo nivelado. Su movimiento debe ser flexible y poderoso. Su pelaje puede ser de cuatro colores: rojo, sésamo, atigrado o blanco puro.
El tamaño de su cabeza es proporcional al de su cuerpo. El cuello es grueso y fuerte. Las orejas son relativamente pequeñas y triangulares, de preferencia si están inclinadas hacia adelante. La nariz es generalmente de color negro y la lengua generalmente es rosada.
Los ojos de los Akita son pequeños y de color café. Las patas deben estar bien desarrolladas y ser fuertes para poder desenvolverse bien en todas las actividades. Los pies son macizos, redondos y bien cerrados de uñas duras. Tiene patas palmípedas como los gatos lo que le hace un excelente nadador. La cola es de implantación alta, gruesa y llevada vigorosamente enroscada sobre el lomo. El pelo que cubre la cola es más largo que el que recubre el resto del cuerpo.
País de origen: Japón.
Tamaño: Grande.
Peso: 34 – 53 kg.
Posee un carácter reservado y silencioso, permanecerá impasible en situaciones irritantes. En la relación con otros perros suelen ser dominantes, no buscará enfrentamiento a no ser que haya sido previamente provocado.
El pelaje de los Akita, es abundante, grueso, áspero y corto. Las variedades de color son rojo, atigrado y blanco.
La relación con sus dueños es cariñoso, leal y protector. Tendrá un carácter amistoso con las personas en general a no ser que demuestren malas intenciones. Es una raza que no ladra sin motivo, cuando un Akita ladra hay que prestarle atención. Toma especial importancia su instinto protector hacia la familia y sus pertenencias. Pueden vivir en apartamentos, siempre y cuando, se les proporcione ejercicio diario.
El Akita tiene una esperanza de vida de unos diez años, que es similar a otras razas de su tamaño.
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