De dónde viene el Galgo Italiano o Lebrel Italiano
El Galgo Italiano puede despistarnos por su nombre, pero la realidad es que su origen se remonta al antiguo Egipto. Esta raza tenía cierta importancia en aquella época como demuestra que se hayan encontrado perros momificados en las tumbas de algunos faraones.
El también llamado Piccolo, viajó hasta la cuenca mediterránea gracias a los romanos, donde se convirtió en el favorito de la nobleza griega y romana. Esta esbelta raza se fue extendiendo entre las altas esferas italianas y llegó a la cúspide de su popularidad en los siglos XVI y XVII, en los que hacía las veces de figura decorativa de muchas cortes.
La reina María de Escocia, Carlos I, Federico el Grande y la reina Victoria tuvieron sus propios Galgos Italianos como perros de compañía.
- País de origen: Egipto
- Tamaño: Pequeño
- Peso: 3 – 5 kg
Cuál era su función
El Lebrel Italiano pudo usarse en alguna ocasión pudo para cazar conejos, pero es una raza de perro que se crio principalmente para hacer compañía a sus dueños. Tanto es así que aparece en muchos cuadros del Renacimiento y hasta en esculturas acompañando a integrantes de la nobleza.
Características físicas del Piccolo Levriero Italiano
Es un perro esbelto y elegante con el porte habitual de los galgos, pero en tamaño miniatura. El pelaje del Galgo Italiano es liso y brillante y se presenta en una variedad de tonos que van desde el negro, gris y beige. También puede presentar alguna mancha blanca en el pecho o las patas, pero normalmente suelen ser lisos.
La cabeza es estrecha y tiene un hocico muy fino, las orejas son altas y se doblan suavemente. La columna vertebral se curva un poco y la grupa se hunde claramente. Levanta mucho las patas al andar y camina con una confianza que, en ocasiones, puede resultar cómica.
Carácter del Galgo Italiano
Aunque a simple vista pueda parecer muy frágil, esta raza es bastante resistente y muy segura de sí misma. A veces son tan seguros en el juego que pueden llegar a ser demasiado intensos tanto con sus compañeros de raza como con los humanos.
Es un perro curioso, alegre y cariñoso. Si sus cuidadores crean un vínculo con él, el Lebrel Italiano puede llegar a ser un perro faldero. Aún así, esta no es una raza para los que buscan la tranquilidad. Poseen mucha energía y necesitan descargarla.
Cuidados para el Lebrel Italiano
El Galgo Italiano necesita actividad física, retozar y correr. Es preferible que viva en una casa con un espacio como un jardín, pero estas necesidades se pueden suplir con unos buenos paseos.
Este tipo de perro no tiene apenas grasa y su pelo no es lo suficientemente largo como para protegerlos del frío de algunas zonas, por lo que es conveniente que para las estaciones frías usen abrigos especialmente hechos para su complexión. Así irán cómodos a la vez que abrigados y evitaremos enfermedades.
El pelaje del Galgo Italiano es fácil de cuidar porque es corto y no se enreda. Basta con un cepillado y una higiene habitual para ayudar a que elimine los pelos muertos. No hay que olvidar comprobar el estado de la dentadura y de las orejas para asegurarnos de que nuestro pequeño galgo está en perfectas condiciones.
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