En la época de verano, nuestras mascotas pueden sufrir un golpe de calor si no tenemos cuidado con ellos.
Gatos y perros son más sensibles que nosotros al calor, debemos evitar que sufran sus efectos.
Ellos no regulan su temperatura corporal mediante el sudor, lo hacen mediante el jadeo, sus almohadillas, zonas donde existe poco pelo (abdomen).
Los gatos intentan mantener su temperatura lamiéndose, pues al evaporarse la humedad de la saliva libera calor corporal.
El golpe de calor se produce cuando la temperatura ambiente es elevada y la humedad es alta.
En este caso el animal consume sus reservas de azúcar y sales minerales provocándole un colapso interno capaz de acabar con la vida del animal en pocos minutos si no actuamos con rapidez.
Debemos tomar precauciones en espacios cerrados y mal ventilados cómo puede ser un coche, balcón, transportín, etc.
Hay mascotas que son más propensos que otros, bien por su exposición al ejercicio físico o por su constitución anatómica.
Habrá que tener especial cuidado con Galgos, aquellos de pelaje negro, todos los que son braquicéfalos ( chatos), tales como Carlino, Buldog, Boxer, Boston terrier y en general cachorros y animales mayores o enfermos.
Con todos ellos debemos extremar las precauciones en situaciones como viajes ó paseos al aire libre en las horas de más calor.
LUCAS & LOLA
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