En verano las altas temperaturas pueden provocar golpes de calor en las mascotas.
Los perros y gatos regulan de forma diferente a nosotros su temperatura, ellos lo hacen por las almohadillas, el jadeo, su abdomen y los gatos al lamer su pelo.
Las camas refrescantes son un buen remedio para ayudarles a bajar su temperatura y estar fresquitos.
Están constituidas por un gel que permanece frío, ideal para que el animal pose el pecho y abdomen encima, le ayuda a eliminar el exceso de temperatura.
Son ideales para viajar en coche, para poner encima de su propia cama o directamente en el suelo, en casetas o trasportines.
Su limpieza es muy fácil, solamente con un paño húmedo.
Es importante que el perro/gato elija tumbarse encima o marcharse, ellos solos saben cuándo y cuanto lo necesitan, hay que respetar su decisión.
La temperatura de la propia cama refrescante está entre 5-10ºC más baja que la temperatura ambiente.
ROCCO.
Lucas&Lola
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