Soy Lucas, el carea de Lucas y Lola, ese sí, ¿queréis que os diga cómo es?.

Ufffff, a mi no me gustaba nada, nunca me ha gustado, ya tengo una edad…., pero mi amita se ha empeñado en que la visite.

Al principio, pues…wau, wau, wau, en fin que ……..no me gustaba, pero claro he visto que no es lo mismo que te traten como a un Sr. Perro a que te traten como cualquier perro.

Natalia es genial, me quita los nudos, sé que no me porto muy bien, pero ella es un cielete humano y sé que lo hace por mi bien.

Me baña con agua calentita, me masajea con el champú, que me viene de lujo ahí por donde me duele un poco hacia las patas, claro la edad no se puede esconder, así que fantástico.

Después…..lo mejor, he descubierto la cabina de secado, me encanta!!!!, me echo una siestecita mientras me seco, con calorcito, tumbadito, es lo que tiene que te cuiden bien!!!.

Lo que menos me gusta es que me corten el pelo, pero claro el calor me ahoga mucho y mi corazón ya no está para aguantar sofoquinas por exceso de pelo.

Pero Natalia, no se enfada y tiene una paciencia infinita conmigo, más que yo con ella, pero nos entendemos, al final me deja hecho un pincel, vamos que rejuvenezco!!!.

Ella me corta las uñas,  me limpia los oídos, me revisa las glándulas, ufff me da repelús!!!, pero hay que hacerlo( entre nosotros, mejor ella que nadie, la prefiero), las dichosas almohadillas, como tengo pelos por todos sitios, en ellas se me meten palitos, pajitas y todo lo que se pegue a mi pelo. Me quedo cojo y no ando, wau,wau,wau, y lo peor……los malditos hongos, hacen su aparición y se acabó el paseo a mi gusto.

Ella me hace las almohadillas con mimo y sumo cuidado para no cortarme, es un sitio muy delicado, pero ella nunca me ha cortado, va despacio y con paciencia, reconozco que no me porto bien.

Claro que no hago más que hablar de mí, pero a Natalia la encantan todos los que aquí llegan, los trata genial, Valentino , Napoleón, Rocco, Leo, Banksy, Canilla, Kora, Tofy,  Coffe, Violeta, Maggie, Gómez y Gutiérrez, y …………muchos más que aquí no me cabrían, todos se van encantados y guapísimos.

Ah, se me olvidaba, todos nos vamos bien reguapos con nuestra pajarita, ya lo decía antes, nos tratan como a señores perros.