Muchas veces cuando queremos ayudar a nuestros animales de compañía recurrimos directamente a los medicamentos, pero en ocasiones tenernos alternativas como los masajes que también resultan beneficiosas.
Los masajes pueden basarse en la presión, en la fricción, en el deslizamiento, etc., de la mano o de los dedos sobre su cuerpo. Pueden ser particularmente útiles en los programas de rehabilitación ósea, muscular o articular, siempre que sean realizados por manos expertas.
Los primero masajes comienzan cuando la madre lame a sus cachorros para limpiarlos, estimularlos y trasmitirles seguridad. Cuando nuestra mascota se despierta se restriega los ojos, lo que no sólo le sirve para eliminar secreciones acumuladas durante el sueño, sino también para aumentar el flujo sanguíneo para ver mejor. Cuando se frota contra las superficies, quizá esté intentando aplacar un prurito localizado, pero también puede que su intención sea tensar sus músculos para preparase de cara a la actividad diaria.
Está demostrado que los masajes actúan sobre el sistema nervioso y endocrino y pueden ser beneficiosos para el sistema inmunológico de defensa del cuerpo.
Estas técnicas pueden aplicarse a perros, gatos e, incluso, a caballos. Hoy en día, existen técnicas de adiestramiento equino que se complementan con técnicas de masaje, herencia de determinadas culturas indígenas practicadas desde hace mucho tiempo para amansar los potros. Algo similar hacían los beduinos en África y luego, ya en nuestros tiempos, muchos profesionales que consiguen que la energía fluya más libremente. Hay que recordar que los animales tienen menos bloqueos psicológicos o iatrogénenicos (por los efectos de medicamentos), de ahí los buenos resultados.
Hazlo en casa
Existen algunos sencillos ejercicios que podemos realizar con nuestras mascotas. Por ejemplo, darles suaves palmoteos a modo de golpes percutantes efectuados con el canto de la mano. Esta acción se emplea mucho como mecanismo rápido de relajación muscular. Al tratarse de un efecto estimulante, el músculo sigue caliente, activo, pero sin las contracturas que le impedían seguir funcionando. También se utiliza el mismo sistema pero empleando los nudillos.
Los denominados pases consisten, como su nombre indica, en pasar la yema de los dedos muy suavemente sobre la piel, siguiendo la dirección de las redes nerviosas, aumentando o disminuyendo la velocidad según el efecto que queramos producir. Así, mejoraremos la circulación linfática según el sentido en que se realice, logrando cierto efecto sedante. Pueden emplearse en zonas óseas delicadas como la clavícula, el esternón y las costillas, así como en el pubis, el ombligo, la palma de las manos y la columna vertebral.
El aplastar y empujar se logra apoyando el borde interno de la mano o los dedos sobre la zona elegida. Podemos mover la mano de manera vertical cuando queramos masajear la espalda, el pecho y el abdomen. Para la cabeza y el cuello emplearemos los movimientos de empuje, reservando los circulares para el abdomen y los costados.
Para presionar y punzar se utiliza preferentemente la yema del dedo pulgar y se presiona. También se emplea la reflexoterapia, aunque en estos casos se presiona sobre las zonas reflejas, nunca directamente en el área afectada. Cuando se actúa directamente sobre una parte dolorida hay que procurar no acentuar el dolor. Las más idóneas son las nalgas, los pies, el cuello, la cabeza y la espalda.
Para presionar y friccionar se utiliza la palma de la mano, el talón de la mano o la extremidad del dedo, y se puede aplicar a cualquier parte del cuerpo.
Contribuye a eliminar los edemas y congestiones sanguíneas, especialmente aquellas que tienen que ver con la circulación de retorno. También reduce las adherencias en los tejidos superficiales.
Todas estas recomendaciones pueden practicarse en casa con total tranquilidad.
En el caso de los perros, el mejor momento para ello es el posterior a una larga caminata, estableciendo un horario fijo tras los paseos. Nuestros animales se sentirán aliviados, además de agradecidos y amados. Los masajes caseros se conciben como un sistema de comunicación más que ayuda a estrechar los lazos con nuestro animal de compañía. Entendido como método curativo, lo recomendable es acudir a los especialistas.
Información extraída de: mascotas.facilisimo.com
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