Querida Lola, desde que nací desarrollé el carácter luchador por la defensa de los animales entre los que me encuentro.

Nuestra dueña me brindó la oportunidad de escribir y crear este pequeño rincón desde el cual denuncio aquellos sucesos, que en mi opinión atentan contra la dignidad de un animal.

Desde que te has marchado, hace ya tres meses, este sentimiento de lucha y reivindicación,  es cada vez mayor, la injusticia, la barbarie, la falta de escrúpulos para con los animales, me duele cada vez más.

En esta ocasión debo hablar de un programa de la televisión en el que concursan animales, animales de todo tipo incluso salvajes.

Un humano cuando participa en un concurso lo hace voluntariamente, un animal no, es conducido a él  quiera o no, para hacer las monerías que le han enseñado.

Si se trata de animales salvajes, el proceso de domesticación es difícil, no sabemos cual habrá sido el método empleado en el proceso.

Un animal salvaje lleva una carga genética que determina su comportamiento  para poder vivir en libertad. Por otro lado viene todo aquello que aprende de sus padres, todo en conjunto hace que un animal en libertad sepa sobrevivir.

Un animal salvaje no puede adaptarse “de un plumazo” a vivir como un animal doméstico, este último lleva conviviendo miles de años con el hombre.

Es posible que algún animal de estos haya sido rescatado de un circo o de alguna situación angustiosa, ¿para qué volver a hacerle pasar por situaciones que le recuerden su vida anterior?.

Si lo que pretende este programa es fomentar el respeto, amor, defensa de los derechos de los animales, fomento de los las adopciones, sensibilización de la población sobre estos temas, en mi opinión no es el camino correcto, pero tendría algo de sentido.

Los programas educativos nunca pretenden incrementar la audiencia, van dirigidos a un sector de la población minoritario a quienes les gusta la educación.

Desgraciadamente no creo que esa sea la intención principal, esos fines se consiguen a base de muchos años de trabajo hasta que llegue a calar en la población, quizá económicamente no resulte rentable.

Ya existen muchos programas divulgativos acerca de estos temas que si consiguen sus objetivos poco a poco.

Los organizadores de este programa no se si se habrán parado a pensar en el estrés que a un animal le genera el simple hecho de traslado en coche, pisar un suelo resbaladizo, luces, focos, gente que pulula a su alrededor y horas de espera hasta que salgan definitivamente al plató.

¿Habrá algún profesional veterinario que controle y certifique que ese animal no está sufriendo, qué no está siendo sometido a estrés?.

El estrés en un animal, al igual que en la especie humana causa trastornos y desordenes que desembocan en enfermedad más o menos grave.

La audiencia puede ser entretenida de otro modo, pero no a costa del sufrimiento de otro ser indefenso, un animal.

Por otro lado el mensaje del” buen hacer por los animales”, pueda ser mal entendido, quizá la gente piense que es válido tener cualquier animal como mascota. Ese no es el mensaje.

Se lleva mucho tiempo trabajando para concienciar a las personas en la tenencia responsable de los animales. Cualquier animal no puede servir como mascota, después cuando se dan cuenta que no es posible, surge el abandono y el doble sufrimiento para ese animal.

Quizá las audiencias podrían subir más dando voz a las distintas asociaciones que luchan a diario por salvar vidas de animales abandonados, por fomentar las adopciones, personas anónimas que trabajan por y para los animales.

Supongo que es mucho más fácil es montar un espectáculo, entretener a la audiencia ingresando dinero.

Sin embargo surgen voces discrepantes que no están dispuestas a callarse, incluido yo que sólo soy un perro, mientras otros sufren.

Espero y deseo que mi pequeña pero enérgica protesta, se sume a la de otros muchos y haga reflexionar sobre la emisión o no de ciertos programas televisivos.

Va por ti, Lola.

galgo-rescatado

Lola recién rescatada.