Con la llegada de las buenas temperaturas las orugas que permanecen en sus nidos en los pinos, salen al exterior, es en esta época cuando hay que tener especial cuidado con nuestros animales para que no se acerquen a estas orugas, son peligrosas, mucho, y también para los humanos.
Entre finales de febrero y abril, estos insectos completan su ciclo biológico descendiendo de los nidos que hacen en los pinos para enterrarse en la tierra (fase de crisálida) y reaparecer entre mayo y junio como mariposas que pondrán huevos y formarán de nuevo sus nidos.
En su desplazamiento (una detrás de otra en procesión) van dejando unos pelillos muy finos recubiertos de un polvillo con un efecto tremendamente urticante en animales domésticos y personas.
Los niños en los parques y jardines están expuestos igual que los perros, el peligro y la urgencia es la misma.
En los perros el contacto con la oruga, pelillos o polvillos se manifiesta con picor intenso, el perro intenta rascarse.
Pueden aparecer vómitos, babeo excesivo, inflamación del morro, labios, lengua, pudiendo ocasionar un shock anafiláctico dando lugar incluso a la muerte del animal.
En función del grado de contacto del animal con ese polvillo, la reacción podrá ser mejor o peor.
En Madrid ya hay en El Retiro, en el de Tierno Galván y en el Lineal. Desde comienzos de febrero ha habido alertas por plagas de procesionaria en el Litorial Mediterráneo, en Alicante, Andalucía… En Castelldefells también, así como en Barcelona, tanto en el Parque de la Estació del Nord como en el parc de la Pegaso. En Málaga nos avisan que hay en la zona de Teatinos, Portada Alta.
En cualquier caso, de ver raro al animal, sin dudar acude al veterinario ya que se trata de una urgencia muy severa y tu animal no puede esperar.
El veterinario le aplicará el tratamiento indicado.
En esta época, a parte de la procesionaria, con el calor empieza la proliferación de parásitos. No olvides defender con antiparasitarios a tu animal de compañía
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